La contribución financiera a través de la iglesia se realiza de dos maneras: los diezmos y las ofrendas. La Biblia nos enseña que adoramos al Señor al traerle nuestro diezmo, que es el 10% de nuestros ingresos. Cuando damos además de nuestro diezmo, se llama ofrenda.

Dios nos dice en Su Palabra que ama al dador alegre, por eso siempre queremos crear oportunidades para dar y con un corazón alegre, sin ninguna obligación.

Si estás listo para dar, puedes hacerlo en línea, por correo o a través de un mensaje de texto.

Otras maneras de dar

Incontables personas experimentan las bendiciones de Dios cuando diezman, pero a menudo el primer paso es el más difícil de dar. Diezmar se trata de entrenar nuestros corazones para confiar en Dios y en Su Palabra. La Biblia dice que podemos poner a prueba esta promesa. Cuando devolvemos a Dios lo primero y lo mejor, Él promete bendecir el resto. Por eso creamos el Desafío 310. Pon a Dios primero en tus finanzas durante 90 días, y si no experimentas Su fidelidad, te reembolsaremos el 100% de tu diezmo. Estamos emocionados de ver lo que Dios hará en tu vida.